miércoles, 25 de abril de 2012

LECTOBUS inició su camino


Las editoras felices en la Escuela de Barrio El Parque (Santa Fe), 2da parada de Alas de Papel LECTOBUS


Comentario sobre El infierno de los vivos, de Alicia Barberis, por Hugo Borgna

DE LA DOLOROSA Y DULCE BELLEZA DE LA VIDA

   El infierno de los vivos”, de Alicia Barberis (PALABRAVA editorial, año 2012, novela, 116 páginas) configura el primer ejemplar de la colección “Las 4 estaciones de la palabra”, feliz iniciativa de un grupo de escritoras santafesinas para lograr un más fácil encuentro entre autores de esta provincia y el público lector.
   La primera impresión cuando se accede a la obra es de que se trata de un relato con formato de poesía, por el modo segmentado de presentar las oraciones y por la cantidad de logradas y sentidas metáforas, las que dan un aporte indispensable al clima dramático, a veces cruel debido a los hechos que refiere, y por otra parte reales vividos por Mariana Linares, quien cuando tenía 14 años fue abusada por su padre.
   “Los primeros tiempos mi casa parecía una mudanza interminable. / Todo estaba fuera de lugar. / La ropa. Los horarios. Nosotras. /Sobre todo nosotras. /… Con la ropa y  los juguetes. / Con los sueños. / Al menos con los míos. /… Que volviera papá y todo fuese como antes. / Pero él nunca volvió”.
   El modo poético de contar la historia –dividida en capítulos de continuidad lineal con una inteligente integración de independencia y apoyo interactuantes- es un verdadero acierto: dice del profundo drama de vida de la protagonista y convive con espaciados momentos de felicidad.
   La vida es un conjunto desordenado de vivencias y hechos, parece querer decirnos Alicia Barberis, y la verdad de su apreciación nace siempre de lo interior. Sobre todo de lo que deseamos ser y experimentar.
   “Jamás imaginé que sería ella cuando fui a atender el timbre - / Abrí la puerta y me encontré con sus ojos oscuros. Luminosos. /…Nos quedamos duras como piedras, sin poder creer que estuviéramos tan cerca. /Un segundo después pegamos un grito. / Y nos abrazamos. /Fuerte. Sin soltarnos / Hacía meses que nadie me abrazaba.”
   “El infierno de los vivos” es el auspicioso comienzo de una colección y no podía ser de otra manera teniendo en cuenta el amor y respeto por el hecho artístico de dos de sus organizadoras, Patricia Severín y la autora del libro. En este caso, el excelente resultado literario bien puede hacernos sentir que de los vivos, aunque sean capaces de producir infierno, pueden nacer ideas redentoras como la belleza y la esperanza, y esto es verdaderamente encontrar el camino para esa forma de triunfo que es la superación.    

                                                              Hugo Borgna
                                           Especial para “La Opinión”, de Rafaela