“Bar de copas”, con textos poéticos de Graciela Prieto Rey y fotografías de Alejandra Segovia, es una edición de este año de Palabrava Editorial y tiene 64 páginas absolutamente disfrutables. Es el verdadero ejemplo del libro de cabecera, ese que vuelve a mirarse una y otra vez, que no se presta; será apreciado por todo tipo de lector y sobre todo, por los exigentes de la escritura y de la fotografía. Es una producción bibliográfica especial, de características únicas, digna de ocupar un lugar destacado en las mejores bibliotecas.
La idea básica de “libro” se está alimentando de conceptos nuevos y abiertos, con inclusión de notable calidad estética, sin abandonar la forma “clásica” (es decir contenido de palabras con alguna o sin ilustraciones), de este modo se están generando, con mucha frecuencia, obras donde el dibujo y la fotografía dejan de ser acompañantes del texto para constituirse en protagonistas, tomando como apoyo de la palabra. Una forma ya impuesta es la de los libros que en una página incluyen poesía o prosa y en la de su costado una fotografía relacionada.
La idea básica de “libro” se está alimentando de conceptos nuevos y abiertos, con inclusión de notable calidad estética, sin abandonar la forma “clásica” (es decir contenido de palabras con alguna o sin ilustraciones), de este modo se están generando, con mucha frecuencia, obras donde el dibujo y la fotografía dejan de ser acompañantes del texto para constituirse en protagonistas, tomando como apoyo de la palabra. Una forma ya impuesta es la de los libros que en una página incluyen poesía o prosa y en la de su costado una fotografía relacionada.
“Bar de copas” va más allá: unifica las imágenes. Dentro de la fotografía (insinuante, llamativa) se incluye un texto que se lee verticalmente e integra la unidad comunicativa, dándole al conjunto notable fuerza dramática.
La excelente calidad fotográfica se apoya en primeros planos fragmentados de copas (a veces caídas) rostros de mujer, manos, siluetas con intensos fondos en rojo, negro o blanco, conformando inquietantes marcos visuales acompañados por textos como “una nota azul/blue note/secuestra un sueño/pide préstamo/no rescate/se funden/volverán a ser uno/por propia voluntad/no serán los mismos”, “rubia/hilvana la espera/matando colillas/cupido danza/en el escote/ritmo exótico/de frutos y de ron” o “los límites se suicidan/en su propio territorio”.
“Bar de copas”, obra conjunta de las santafesinas Graciela Prieto Rey y Alejandra Segovia, es una exquisita propuesta. Provoca y seduce, enriqueciendo por el alto nivel de sus textos e imágenes lo conocido hasta aquí del ámbito del libro.
La excelente calidad fotográfica se apoya en primeros planos fragmentados de copas (a veces caídas) rostros de mujer, manos, siluetas con intensos fondos en rojo, negro o blanco, conformando inquietantes marcos visuales acompañados por textos como “una nota azul/blue note/secuestra un sueño/pide préstamo/no rescate/se funden/volverán a ser uno/por propia voluntad/no serán los mismos”, “rubia/hilvana la espera/matando colillas/cupido danza/en el escote/ritmo exótico/de frutos y de ron” o “los límites se suicidan/en su propio territorio”.
“Bar de copas”, obra conjunta de las santafesinas Graciela Prieto Rey y Alejandra Segovia, es una exquisita propuesta. Provoca y seduce, enriqueciendo por el alto nivel de sus textos e imágenes lo conocido hasta aquí del ámbito del libro.
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